30/12/2014 by Klasus
“Va y viene”, de Alonso Holguín F.J.
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“Va y viene”, de Alonso Holguín F.J.
El calendario del año dos mil catorce se acaba. Es en estas fechas tan entrañables, cuando hacemos un resúmen de los hechos que han pasado en nuestras vidas durante los últimos doce meses. Cada ser valora de una forma un dato, más o menos personal, que marcó un momento concreto del tramo diario. A fin de comenzar un nuevo curso con fortalecido ímpetu, compartiré contigo un par de ideas…
La vida es un conjunto de alegrías y otros sucederes que más o menos revuelven el alma de cada uno. Si bien no se tiene certeza de la existencia tangible de esa parte del cuerpo humano, todos tenemos dentro algo que, sin saber definir su forma, nos provoca una sensación psíquica. Esta última puede ocasionar una situación física natural entre nosotros. Voy a confesar que de esas tengo unas cuantas, como tú.
Este año hemos despedido a personas que han formado parte de nosotros durante toda nuestra vida. Muchas han contribuido a la realización personal de su familia, amigos, conocidos o simplemente de algunos que coincidieron en un momento determinado. Te dejaré algunos nombres propios: Alfredo, Isabel, Jose, Petra, Pablo, Manuel, Ana, Juan Rafael, Silvia, María, Jesús, Mónica … Un buen amigo me dijo que nos miran desde el cielo. De mi amigo y su apreciación estoy bien seguro. Él tiene contactos allí.
Mis convicciones religiosas son claras. Si bien hay partes que estoy más de acuerdo con la comparación que hacía un hombre para diferenciar a la Religión y sus Ministros:
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Una cosa es afición y otra devoción.
El momento de marchar de aquí fue doloroso para todos. Tengo sentimientos encontrados cuando os recuerdo a cada uno. Si bien me alegra cada vez que veo vuestra imagen, llegan a mis párpados la solución salina que provoca vuestra falta. El nombre refleja quien sois. Me abstengo de colocar el apellido porque es una diferenciación familiar. Y, al haber compartido con vosotros momentos buenos, mejores y otros, me atrevo a sentiros parte de mí… desde el respeto, parte de vos. Lees bien cuando digo “quien sois”, porque conmigo siempre estáis.
¿Y de los buenos excelentes? ¡Cómo no! Este año hemos tenido unas cuantas alegrías, no todo van a ser calamidades… En especial recuerdo las reuniones que tuvimos los amigos. España, nuestro querido y amado país, tiene por costumbre juntarse para comer. Nosotros, fieles y leales al espíritu humano, nos hemos juntado unas cuantas veces. Reseñaré dos. Una de las mejores paellas que he probado en mi vida, servida en la Piscina de Cigales, y la boda de Susana y Manuel. A fe que llegué a casa con más de un dolor en la cara y en la panza. El motivo fue la enorme cantidad de risas, felicidad y armonía de ambos eventos. Calcula la emoción que sentí… ¡hasta dediqué unas letras a ambos ratos!
El año despedimos con una llegada querida, deseada y muy esperada. Hacia el día de Navidad nació Jose. Este niño, fruto de la unión de Angélica y Cristian, provoca muchos comentarios en las redes sociales -que es el muro donde todos pintamos alguna letra para comunicarnos con el más allá de aquí– y en algún local comercial de Cigales. Sus padres nos han brindado la oportunidad de conocer al chiguito en uno de sus primeros momentos en este mundo:
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¡Ya está criao! -dijo Porfi, el carnicero de los Fabianes.
Por último hoy voy a pedirte un pequeño favor, que no todo va a salir gratis: conserva esa sonrisa hacia el exterior durante el año que comienza, aunque por dentro esté algo nublado…
Sea.
