07/11/2015 by Klasus
“Desasnando humanos”, de Alonso Holguin F.J.
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Hay humanos que resisten a diferenciarse de los asnos
Una de las obras de misericordia reflejadas en la Religión Católica es “enseñar al que no sabe”. La experiencia de la vida, con todos los sucederes diarios, debería de entonar más la mente de los humanos. Ocurre con frecuencia que adquirimos nuevos aspectos de algo que, bien por ocupación, bien por formación o incluso por cercanía de profesionales, nos llegan sin interés. De esa forma aprendemos, vamos avanzando por la vida y formando parte del lado “bueno” de la vida. Ello facilita alejarnos de la estupidez. Sin embargo, pese a estar en el año 2015 de la era cristiana y en 1437 de los creyentes musulmanes, en un orbe casi dominado por las búsquedas en San Google, he encontrado a dos humanos vívidamente plenos de vaciedad. ¡Vamos con ellos!
Animales
Los animales tenemos tres funciones principales: nacer, crecer y morir. Hay una cuarta que se determina algo alejada de los cánones de la creación, ya que reproducirse se hace en estos años por amor, sentimiento y gusto por otros semejantes. Hace años quizá se actuara como verdaderos animales sin conocimiento o razón. Ahora estamos más evolucionados… y no siempre nuestra especie se reproduce.
El cabello de la cabeza de nuestra especie suele tornar a color blanco con el avance de los años. Ese mismo transcurrir debería de incorporar más de conocimientos en secciones de la vida para, con ello, avanzar en nuestra propia existencia. Desde antiguo se piensa que las personas más mayores tienen mayor brillantez que las jóvenes, dado que han acumulado datos con experiencia y todo ello se convierte en sabiduría. Así debería ser…
“Pero”, además de ser una preposición, es como denominaba mi difunta suegra -que en gloria esté- a las manzanas; algunos humanos dotados de pelo cano, teñido, gordos o delgados, el avance de los años ha ido llenando de estupidez el interior de sus cabezotas. A fe de haber sido educado en colegios de la Orden de San Francisco de Asís, amante de los animales, y formado en varias Instituciones de Enseñanza Profesional del Benemérito Cuerpo, intentaré aportar a continuación algo de aclaración a un par o seis de estúpidos humanos. La Virgen del Pilar me otorgue favor para ello.
Enseñar al que no sabe
Es traducido con frecuencia como “desasnar” al estúpido, todo ello dentro del ámbito rural del que procedo. Desde Roma, cuando era un Imperio, nos ha llegado el ordenamiento jurídico a nuestro país. El más populoso avance en el conocimiento del Derecho ha sido el “Séptimo Arte” hecho en Estados Unidos. Alego llamar “Arte” al cine, junto con la televisión procedente de allí, porque en España, esta España mía, esta España nuestra… gran parte de esa modalidad de conjunción de imágenes y sonidos son aberraciones en conjunto.
Acudir a un juicio en España, o bien a formular una denuncia en dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en comparación con los hechos descritos en las películas, es como comparar velocidad y tocino, tener tos y rascarse güevos o intenar combinar aceite y agua: fracaso seguro. Frecuentar amistad de entornos policiales puede conllevar aclaraciones sobre dudas, preguntas o situaciones. ¿Quién no ha preguntado a un profesional amigo sobre una duda que ataña a la ocupación de él?
Víctima
-Una cuestión, amigo, tú que sabes de esto, ¿qué diferencia hay entre presunto autor y víctima?
-Sencillo, querido, muy sencillo. El presunto autor de un hecho es el culpable de realizar una acción. Es “presunto” porque es el Poder Judicial -Jueces- quienes determinarán su culpabilidad en la realización de un ilícito recogido en el Código Penal, ya sea falta, delito o bien una infracción administrativa si no está recogida en dicha compilación y sí en Reglamentos, Disposiciones o Resoluciones Administrativas. Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil o Policía Municipal, Local o Autonómicas, se encargan de recopilar los hechos, pruebas, declaraciones y autor o autores para que los Usías cumplan con su labor: hacer Justicia.
-¡Caray, qué sencillo! ¿Y víctima? ¿Qué es una víctima?
El amigo va comprendiendo de manera clara y concisa sus dudas, dado que la explicación es sencilla, a la par que amable.
-La víctima es la persona o personas que sufren las acciones de los presuntos autores. El médico forense de la clínica adscrita a la Judicatura establece los daños sufridos, el motivo y circusntancias de ellos. Los Jueces incorporarán su nombre dentro del apartado “perjudicados” o “víctimas” en el proceso judicial.
-¡Tronco, eres un fenómeno explicando!
De esa forma, en más de una ocasión, se adquiere conocimiento para crear sabiduría en personas que desconocen aspectos de nuestra sociedad.
San Google
En nuestra era cristiana, gracias a San Google, hay otra forma más rápida de “desasnar” a un individuo por propia iniciativa: el teléfono móvil, por ejemplo. El dispositivo electrónico es un ordenador en miniatura, con las dimensiones necesarias para llevar en el bolsillo una cámara de fotos, una agenda, un rápido comunicador de mensajes, un transistor de radio y música, incluso de un “cacharro” para hablar con otras personas cercanas o no.
Son muy sencillos de usar y manejar. ¿Cuánto tarda un niño en conocer los aspectos del manejo del teléfono? En cambio, el asno de su padre, progenitor o adulto tiene más dificultades. El niño está ayuno de prejuicios; el adulto está pleno de estupidez y, de acuerdo a algunos adjetivos antigüos en España, es un auténtico asno.
Desasnando humanos
A vos, queridos asnos, hoy dedico mis pensamientos con la intención de desasnar vuestro conocimiento; a vos, despreciables humanos, que os dedicáis a “darle a la pirlacha” de manera insultante sobre otros semejantes; a vos, asquerosos inconscientes, que otorgáis más dolor por vuestra desgana en conocer verdad y salir de la lúgubre vaciedad de vuestro cerebro, que sirve más que para portar gafas, gorra o casco de moto… os sugiero que uséis San Google para diferenciar quién es Víctima y porqué y cuál es “presunto autor”, las razones de ello y los requiebros de la sociedad actual de España por donde se escabulló algún culpable de la acción de la Justicia. Ante dudas, con la sana intención de olvidar vuestra supina estupidez, sugiero incluir en búsqueda el nombre de vuestro “cantarín” y el mío propio.
Quedo satisfecho porque se explica sencillo la forma de desasnar a más de uno, posiblemente dos o veinte, de su necedad.
La Virgen del Pilar nos acompañe a todos, incluidos a los que antes eran asnos y ahora están ya curados. A quien no haya salido de ello, lea y relice las acciones descritas arriba otra vez… o bien pregunte a sus hijos, amigos, compañeros y, quizás hermanos, sobre cómo se desasnado en directo.
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