09/05/2015 by Klasus
“Cuadrando”, de Alonso Holguín F.J.
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“Cuadrando”, de Alonso Holguín F.J.
Cuadrando… hay historias en España que son grandes, tales como sus personas, y que la mayoría desconocemos, pese a deberles aquello que disfrutamos cada día. Hoy pongo en valor una de ellas con el fin de rendir homenaje a este hombre, a su familia y a toda su vida… gracias a ellos gozamos en alguna medida de algo de democracia, aunque estemos faltos de… ¡al tema!
Unos años hace que conocí a un gran ser humano, hijo de Dios y creyente de la fe católica: Francisco José Alcaraz. Sorprendido de su altura moral, intelectual, de amor y cariño a España, se enfrascó en la lucha por la Memoria, Dignidad, Verdad y Justicia de las Víctimas del Terrorismo. Junto a él, caminamos por las calles de Madrid, gritamos por el Derecho al Recuerdo en plazas de la capital, incluso llegamos a llenar con amplitud la Plaza de Colón, en varias ocasiones, y la emocionante Plaza de la República Dominicana. En ella, junto a mi hermano Félix, que viajaba en el autobús donde murieron 14 Guardias Civiles del Curso de Motorista de Tráfico, a cuyo paso el Comando Madrid de la Banda Terrorista ETA hizo estallar un coche cargado de explosivos, escuchamos las peticiones descarnadas de “¡Justicia!” al Gobierno de España, quien por turno electoral, ha ido liberando presos, asesinos, terroristas y otros muchos desalmados. Fíjate qué perlas de asesinos formaban ese Comando: Inés del Río Prada, José Antonio Troitiño, Ignacio de Juana Chaos, Idoya López Riaño, Santiago Arróspide Sarasola “Santi Potros”, Juan Manuel Soares Gamboa… el que más de ellos ha cumplido 24 años de prisión… ¡ni dos años por cada uno de los seres humanos que asesinaron! Y eso que no fue ésa la única matanza que cometieron…
Hoy voy a hablaros de su cuñado. Juan José, Guardia Civil de profesión y creencia, estaba durmiendo en su cama de la Casa Cuartel del Benemérito Instituto en Zaragoza, cuando los malnacidos de Jose Antonio Urruticoechea Bengoechea “Josu Ternera”, Francisco Mújica Garmendia “Pakito” y José Antonio (Joseba) Arregui Erostarbe “Fitipaldi”, ordenaron a Henri Parot, a su hermano Jean, Jaques Esnal y Frederic Haramboure colocar un coche con 250 kilogramos de Amonal de madrugada. El artefacto explosionó a las 06’10 horas del día 11 de diciembre de 1987. Asesinaron a 11 personas y hubo 88 heridos. De las 11 personas muertas, cinco de ellas, cinco, eran niños. Miriam y Esther eran gemelas, su tío Pedro Ángel, también falleció víctima de la bomba de los etarras a la sazón cuñado de Juan José, padre de las niñas. Por cierto, no avisaron de la colocación de la misma, sabían perfectamente que el lugar correspondía a las viviendas de los agentes y, por supuesto, sabían que a esa hora la mayoría estarían en la cama.
Este señor, al que hoy quiero rendir homenaje con estas letras, siguió su carrera y trabajo en la Guardia Civil. En aquellos tiempos era Especialista en Desactivación de Explosivos. ¿Cabe mayor desgracia? Continuó sirviendo con su esfuerzo a los ciudadanos, se especializó, realizó estudios para cumplir más fielmente con sus destinos dentro de la Guardia Civil, cumplió años y más años de ejemplar conducta personal, así como profesional, al resto de Agentes…
Creo recordar que fue el día que conocí a Don José Antonio Ortega Lara cuando pude departir con esta criatura humana. Recuerdo con agrado la paz de espíritu que tenía tras la conversación. ¡Qué grandes personas tiene España!
Hace un par o tres de años comenzó a tener problemas en el músculo que sirve para bombear la sangre por las venas. He de deciros que este señor no llega cumplir aún los cincuenta y seis años de edad humana. La actividad y situaciones de estrés que ha sufrido son muy superiores a las que pueda imaginar cualquiera del común de los mortales. Es más, si repasamos la sagrada Biblia Católica, Apostólica y Romana, en su Antiguo Testamento, libro del Génesis, Dios pidió a Abraham el sacrificio de su único hijo Isaac. Cuando éste se disponía a cumplir la orden, el Altísimo detuvo su mano, ya que vio la predisposición del Patriarca.
Sin ánimo de ser muy eshaustivo, con la intención de no realizar comparaciones, a Juan José le fueron arrebatadas sus dos hijas y su cuñado por los demonios etarras, que hoy campan en libertad por este mundo de Dios. Es inconcebible, con la cantidad de cámaras de vigilancia, policía, redes sociales, internet,… que nadie haya visto por las calles de Europa o América a semejantes personajes, ya que alguno de ellos está en Búsqueda y Captura desde hace años… a no ser que fuera el que suscribe mal pensado, fecundando en mí la idea de que hubiera gente con predisposición a no querer ver, aunque sean miembros de Gobiernos de países o Funcionarios de los Cuerpos de Seguridad de los diferentes estados. ¡Líbreme Dios de pensar así… o no!
La salud de Juan José ha determinado el fin de la carrera en activo de este enorme Guardia Civil, del grandísimo ser humano que tanto ha dado a España para que fructifique la Democracia. El coste de las vidas sesgadas por la barbarie terrorista es descomunal. Mil personas, mil, han dado sus vidas para que hoy pueda escribir estas líneas y tú leerlas, ya que el terrorismo es el conjunto de acciones encaminadas a proporcionar miedo en la población con el fin de conseguir determinadas finalidades contrarias a la Ley.
Nuestro hermano Juan José ahora tiene que reposar de manera continuada en casa, junto a Rosa su esposa. Las actividades han de ser muy moderadas. El músculo falla más de lo normal y la frecuencia también está alterada. Ese gran corazón que lleva en el pecho necesita tranquilidad, calma y sosiego.
Apartando el agua salina de mis ojos, que sudan más de lo habitual, quizá por la conjuntivitis del alma, me pongo en pie, cuadro y saludo a Juan José: disfruta de cada momento de esta vida, tu Servicio, Esfuerzo, Dedicación a España ha sido muy superior al máximo permitido. Gracias por ser ejemplo para todos los humanos, gracias a Dios por haberte conocido y espero durante muchos años poder seguir compartiendo momentos de coloquio, de conocimientos y de búsqueda de la Justicia… ese término tan vapuleado por Gobiernos y Administradores de ella en esta nuestra patria, querida y amada España.
“Busca la Felicidad, es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo”.
Atentado Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza
