No es ideología, es vida

Banalizar el terrorismo con ideología y odiar la vida del prójimo desde el terrorismo

La humillación a las víctimas del terrorismo continúa con total libertad. «Estamos en democracia», afirman. «¡Vamos no me jodas!», corrijo con energía. La penúltima de sus acciones para aupar la victoria del terrorismo, frente a un estado rendido por sus indignos dirigentes del momento, ha sido manifestarse en favor de liberar a terroristas. Terroristas internos en establecimientos penitenciarios de este hermoso país llamado España, y el vecino Francia —a veces incómodos a lo largo de la historia—; terroristas sin pedir y obtener un perdón efectivo de las víctimas; terroristas sin cooperar con la justicia para resolver casi 400 asesinatos de ETA; terroristas sin pagar ni un céntimo de euro de las «Obligaciones voluntarias» fijadas en sentencia para resarcir a las víctimas, a sus familiares, herederos o al estado, quien hizo frente a ellas.

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