Preparados… ¡invierno!, por Alonso Holguín F.J.

Preparados… ¡invierno!, por Alonso Holguín F.J.

El colegio ha empezado ya. Hace unos días nuestros descendientes han vuelto a las aulas para emprender un nuevo curso. Si bien puede que haya acabado el verano, quizá el invierno se ha adelantado… abre los ojos. Hoy toca pisar charco… invierno.

Las calles de España se han vuelto a llenar de ruidos de ruedas. Las bolsas repletas de libros, cuadernos, reglas, diccionarios, carpesanos de dos anillas, flauta, dos libros de inglés que cuestan 50€ en cuarto de primaria -son de Oxford, del mismísimo Oxford-,… ¡cuando se iba a la mili menos peso llevaba un soldado! Al menos sobre carritos van dichas mochilas, que con el traqueteo del enlosado municipal, hace complicado el despertar mañanero, porque el ruido molesto es.

De nuevo han comenzado las carreras de motos, coches y autobuses… en directo, desde el circuito del pueblo donde vivo -aunque algunos digan mejor ciudad, pero es un pueblo más grande que otros- se celebra el Gran Premio de llegar antes al tercer semáforo de la calle. Durante los meses de junio, julio, agosto y parte de septiembre, hemos cambiado los dirigentes de los Ayuntamientos, algunas Comunidades Autónomas, pero no la secuencia de apertura y cierre de los semáforos. Éstos, a pesar de no tener voz, cumplen la función de regular el tránsito de vehículos motorizados en intersecciones, animales que circulan pegados al suelo y de reposo de algunas aves.

La piscina ha cerrado su acceso, al menos las de aire libre, ya que la temperatura del agua desaconseja chapotear, nadar y jugar con las criaturas jóvenes o de corta edad. Aquellos mayores que, bien por necesidad, vicio u ocio, hayan de nadar a las piscinas cubiertas pueden ya acudir: el agua templada mantendrá elascticidad de espalda, conjunción de ligamentos y mejora de los huesos, por lo general.

Este verano ha sido algo caótico. De susto en desesperación, ya sabes, que si Jesucristo parpadea y se lleva a una ángel del lado de un hermano; que si Dios necesita de la compañía directa de la esposa de mi primo, que si el marido de una compañera y el padre de una profesora de la piscina, allí arriba fueron llamados… verano, menudo verano…

Pero por fin se ha acabado, o no. Resulta que la gente del mundo entero, de España también, aunque algunos anden ayunos de conocimientos de geografía e historia, se rasgan las vestiduras por la muerte de una criatura de Dios. Yo también sentí mucho esa tragedia, ¡cómo no! Todo un pueblo de diferente religión en la que recibí educación, casi profesión y pura devoción, se ha puesto en marcha de forma pacífica hacia Europa. Sí, sí, vienen hacia aquí. Huyen de una guerra que hay en su país de religión y cultura musulmana con dirección hacia el continente europeo. Donde, cada poco tiempo al menos, aquéllos que odian la religión católica nos recuerdan que “el catolicismo es una mierda”, como mínimo. Esos mismos que no se rebelan contra la desigualdad de las mujeres en el rito musulmán, pero que se dedican a enseñar tetas y pechos en actos políticos, religiosos o los representantes de ambos… que digo yo, casi sería más lógico que enseñaran esos apéndices de su cuerpo a aquéllos que obligan a llevar tapado hasta el pelo de la parte femenina de su cultura. ¿Se acordarán de lo que es una teta y su utilización natural?

Desde hace unos años llevan de conflicto bélico en Oriente -puede que ahora cuesta más decir que es una “guerra”, ya que no interviene ningún país de occidente-. Antes teníamos el problema de los terroristas de Al Qaeda, ahora hay que sumar DAESH, IS… o como se diga Estado Islámico. Desde la zona de Siria vienen refugiados, muchos de ellos pierden la vida por el camino. La procedencia es variada: Siria, Afgana,… ¡qué más da! Mujeres y hombres, de cualquier edad, recorren cientos de kilómetros tratando de poner a salvo sus vidas. La necesidad de una socidad tranquila donde subsistir obliga a buscar lejanía de los combates armados con tecnología del siglo XXI.

Eligen venir a la “floreciente” Europa, continente antiguo como los otros cuatro, pero que tenemos una situación aparentemente pacífica en estos años. Sin embargo hay otros lugares donde seguro estarían más identificados con sus creencias religiosas. Sí, sí, no han tornado su rumbo hacia países de religión musulmana. Y los hay: Arabia Saudí, Jordania, Emiratos Árabes Unidos,… cuya renta anual por habitante es muy superior a la europea. Quizá, si aventurara varias opciones desde la lejanía, me gustaría saber qué parte de las dos principales ideologías musulmanas se hayan en cada lado de los contendientes: suníes y chiíes. Ellas dos son las principales corrientes de la religión. Recordemos lo antagonistas que eran Irán e Iraq, chíies y suníes, además de los conflictos armados que tuvieron lugar entre ellos. Una cuestión: ¿quién soporta el coste económico del material de la confrontación? No, no pregunto quién lo vende, que sería muy sencillo. Me refiero a quién pone los dólares, euros, oro, petróleo o cualquier valor para adquirir misiles, balas o granadas, por ejemplo. Estas cuestiones me llevan a preguntarme ¿cuál es el motivo real de dirigir su meta en Alemania o, por defecto, el resto de Europa?

Hablando de granadas… siento más tener que recordar a mi queridísima amiga Ainhoa. Ella nació en Irún, provincia de Guipúzcoa… me vas a perdonar por la escritura, ya que no sé los dialectos de las Comunidades Autónomas, aunque sí el español de tres formas: alto, claro y sincero. La joven Ainhoa se enamoró. La casa de su madre había sentido ya la onda expansiva de un coche bomba contra el Cuartel de la Guardia Civil de la localidad guipuzcoana.

Un muchacho no muy alto, bien parecido y buena persona de corazón y alma, extremeño de nacimiento, decidió ingresar al Servicio de España en la Guardia Civil. Después de un destino en Lérida obtuvo otro en la localidad de Irún. Allí conoció a Ainhoa. Desconozco qué fue primero, si la identidad física o la comunidad del alma de estos dos chavales. Triunfó el amor y se casaron por la iglesia católica, apostólica y romana.

Un día, estando Alejandro de Servicio en el Cuartel de la Guardia Civil, un maldito etarra lanzó unas granadas hacia el mismo. La metralla alcanzó en la espalda de él. Tras meses de operaciones quirúrgicas, el Servicio Médico determinó la incapacidad total para el Servicio Activo en la Guardia Civil. Además, aparecieron amenazas directas contra el matrimonio en documentación encontrada a la banda terrorista ETA. Tuvieron que emigrar, se vieron obligados a seguir la senda de otros miles de personas que han tenido que abandonar la tierra que les vio nacer, donde encontraron el amor, lugares que amaban y aman; allí donde cada uno de ellos querría volver a caminar, despertarse cada día y mirar por la ventana al monte, al mar o cómo llueve. Sí, sí, allí la lluvia es muy diferente de otros puntos donde tuvieron que refugiarse de unos asesinos, porque querían matarlos. En Valencia, Madrid, Alicante, Murcia, La Coruña, Málaga, Castellón,… aunque sea España, la lluvia es diferente, el aire también. Cada pueblo de España es igual y diferente al resto porque, como en el pueblo de uno, aunque sea de la familia… ¡no se vive igual!

Ellos no pueden volver a su tierra. Su vida corre serio y cierto peligro. Ahora, en cambio, muchos de los pueblos y otras agrupaciones de personas estructuradas en ciudades, más o menos grandes, han decidido acoger a gentes de otra cultura, religión, habla, historia… ¿sin haber resuelto la verdadera huída que ha habido en España por culpa del terrorismo etarra? Por cierto, ¿sabes cuántos asesinatos hay sin resolver de la banda criminal y cuántos asesinos hay en libertad todavía? ¿Y si preguntamos a algunos alcaldes que rigen ayuntamientos bajo siglas que no condenan el terrorismo más que con palabrería y dialéctica?

Puede que estuviera pensando muchas veces este verano “¿cuándo comenzarán las clases y el otoño?”, cuando, sin darme cuenta, ha llegado el invierno.

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