Mamen del Alma

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Falleció Mamen, Mamen del Alma.

Tiempos duros nos toca vivir; más aún cuando el alma se encoje al ver y sentir la muerte de cerca en personas tan buenas y queridas. La tristeza infinita llega tan lejos, con tanta fuerza que, aún llevando toda la vida sintiendo y pechando con el dolor, nunca se imagina nadie estar preparado para afrontarlo otra vez.

Falleció Doña María del Carmen Álvarez Arias de Saavedra. La mayoría de nosotros nos apañamos mejor, mucho mejor, con «Mamen», la inolvidable Mamen Álvarez; señora y esposa, compartió vida por 30 años, 30, con Don Francisco José Alcaraz Martos. Describir a una persona es complicado, difícil y atrevido. Todavía más cuando el cariño de su recuerdo permanece al lado de la pantalla, al tiempo de batallar entre las lágrimas y la dichosa «conjuntivitis» lacrimosa de contaros el recuerdo. ¿Quién era Mamen?

«Por sus hechos les conoceréis», dice la Sagrada Biblia; he aquí un ejemplo. De pelo rubio, gafas, sonrisa, piel tostada al mínimo rayo de sol y unos «cojones» —con permiso— tamaño globo terráqueo. Ella dedicó cuerpo, vida y alma, a luchar contra los terroristas desde la vida civil. Su atalaya, la calle; sus armas, las fotografías de las víctimas del terrorismo; su munición, la palabra. Mamen, la gran Mamen, sombra de Francisco José —¡cuánto dolor, amigo Jose!— a la hora de organizar, montar, dar caña, a los terroristas en manifestaciones y concentraciones.

Protestas

Gracias a ellos, salimos a la calle para protestar contra los asesinos. Como parecía poco, cuando desde el gobierno comenzaron a dar pasos de rendición, volvimos a salir a gritar «¡En mi nombre, no!». Daba igual el color, importaban las promesas; políticos hicieron e incumplieron en cuanto «tocaron pelo», tras años en la oposición. Buena costumbre de algunos —¡muchos!— españoles es permanecer del mismo lado en la calle, de la raya en la legalidad, junto a nosotros, víctimas del terrorismo, quienes no vendimos nuestro alma por cuatro duros ni pedimos venganza. Solamente: Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia. Hubo quien pisó la línea, cruzó de lado, cambió de camisa y fue engullido por el diablo a toque de subvención.

Una reunión con los Ilustrisimos Señores y Señoras Jose Antonio Ortega Lara, María Jesús González, Salvador Ulayar , Juan José Barrera Anguita, Toñi Santiago, Javier Gismero, Alejandro Urteaga. Inmensa claridad de ideas de todos, todos; la limpieza de su alma; la buena, buena gente, a quien nos llamó Mamen para dar un impulso a «Voces contra el Terrorismo».

Doña María del Carmen Álvarez Arias de Saavedra, Mamen del Alma.

Luchadora

En el mes de julio del pasado 2021, etarras y afines convocaron una manifestación de apoyo a Henri Parot, mala bestia, al parecer humano. Mamen, la gran Mamen, sufría cáncer desde hace tiempo. Volvió a impulsar a Jose a pisar la calle; allí donde iban a salir los etarras, asesinos, y los malnacidos de quienes les apoyan. Se presentaría él solo, si hiciera falta. «¿Solo?». En cuanto tuvo conocimiento, Santiago Abascal, amigo, víctima del terrorismo, presidente de VOX, anunció la presencia y apoyo —¡y lo que haga falta!— ese día. Junto a Jose y Mamen, junto a las buenas personas de España contra los terroristas. Se fletaron autobuses desde varias provincias hasta Mondragón, provincia de Guipúzcoa, —¡con un par!—, para poner frente a esas alimañas.

Homenajear a un asesino, pedir derechos humanos —¡que tienen todos, a diferencia de la negación de ellos a sus víctimas, a nosotros, a los españoles!—, resulta incompatible con el delito de apología del terrorismo. Así dijo eso que llaman «justicia» en este hermoso país llamado España.

En un esfuerzo sobrehumano, cuando el cáncer ya generaba metástasis, Mamen, la gran Mamen, se plantó allí arriba, en el norte, frente a los asesinos, etarras y quienes les apoyan. Fue su último acto. Ni el esfuerzo ni las ganas de vivir vencieron al bicho del siglo XX. Desde aquello, no volvió a levantar cabeza. Se dejó la vida allí, como de costumbre, con un par de cojones, contra terroristas y contra políticos, que dan la mano al brazo político de ETA, y contra jueces y fiscales, que bizquean ante las malas bestias de ETA.

Luto

Estos, los etarras digo, volvieron a lanzar un órdago en diciembre. Aprovechando la Navidad y el luto de Jose, montaron 200 manifestaciones en apoyo de los presos condenados por delitos y pertenecientes a ETA. El fallecimiento de Mamen nos ha hecho mella. Una nueva cicatriz en el corazón, en el alma. Jose guarda luto e intenta recobrar fuerzas para continuar defendiéndonos a las víctimas del terrorismo en del Congreso de los Diputados.

Ahora bien, en cuanto nos recuperemos un poco, un poquito, a la mínima, nos tendrán de nuevo dando cera dialéctica y en presencia a esas alimañas. ¿Sabes por qué? Porque ella nunca se rindió. ¿Quién somos nosotros para hincar la rodilla a estas alturas?

Jose, amigo, cuando, donde y como digas, estaremos a tu lado, como de costumbre, como españoles. Rendirse no es una opción.

Ruego una oración o recuerdo a Doña María del Carmen Álvarez Arias de Saavedra. Mamen del Alma.

Artículo publicado en El Español.

Por otra parte, mi última novela publicada hasta la fecha es «Obligaciones voluntarias«.

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