Lealtad

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Artículo para la Comandancia de la Guardia Civil de Inchaurrondo (San Sebastián)

¿De qué iba a escribir en homenaje al 178º Aniversario de la creación del Cuerpo de la Guardia Civil? Lealtad. Mi amigo, compañero, hermano, “Mendy”, me pidió un artículo para participar en un concurso de microrrelatos. A los amigos, compañeros, hermanos, siempre a sus órdenes, se les hacen los favores y peticiones que digan. Faltaría más.

Resulta indescriptible la sensación al recibir la llamada de la OPC de la comandancia para invitarme a los actos de ese hermoso aniversario. Sí, a Inchaurrondo, en San Sebastián, Guipúzcoa. Allí me invitaron y tuve que declinar, a la par que agradecer, la asistencia. Tengo labores familiares diarias casi ineludibles. La comandancia de Madrid, provincia donde resido, se acuerda de un servidor a últimos de octubre, primeros de noviembre, cada año: la firma de la fe de vida. Tanto una llamada, como la otra, me hacen mucha, inmensa ilusión. “Se acuerdan de nosotros…”, decimos algunos cada año.

Por ello, agradecer este gesto y detalle al Ilmo. Sr. Coronel Jefe de la Comandancia de Inchaurrondo, San Sebastián, Guipúzcoa, a todos los agentes, compañeros y hermanos allí destinados; a quienes estuvieron, están y estarán defendiendo a España. Una mención especial al personal de la Oficina Periférica de Comunicación y a “Mendy”, por ser tan buenas personas. De “Mendy”, destacaré lo buen hijo que es de Don Emiliano, con quien compartí servicio en las Olimpiadas de Barcelona ’92; un año después, en 1993, compartí destino, servicio y diversos avatares, con “Mendy”. Un abrazo, querido.

¡Viva los Guardias Civiles ¡Viva España!

A continuación, el texto:

Origen

Lealtad es un concepto tan sencillo, puro, cristalino y entendible, que figura en lugar destacado del himno nuestro. Apenas ingresamos en la academia, comenzamos a sentir esa característica como principio de trabajo y vida en el benemérito instituto. Del latín «legalis», respeto a la ley. Además lleva aparejados sentimientos de respeto y fidelidad a una persona, compromiso, comunidad, organizaciones y principios morales. Todos y cada uno de ellos bajo el paraguas y protección de la observancia de la ley, como norma fundamental de comportamiento en el servicio y jornada diaria de los agentes. La lealtad nunca acaba cuando dejamos el tricornio o la gorra en la oficina, la chaqueta o camisa en la taquilla. Va en nuestro ser, dentro del alma.

Desde fuera somos observados por todos con una envidia notable. Cuerpos hermanos con idénticas misiones, tan iguales en los fines y tan diferentes en el día a día. Porque pisamos el mismo barro, sudamos la misma sangre, nos dejamos el pellejo en el día a día y nos miran con sana envidia por el tesón en el servicio conseguido a lo largo de la historia. Idéntico respeto a la ley, lealtad en estado puro. Conservamos la herencia de quienes llegaron antes al servicio y nos enseñaron el camino.

Senda de lealtad

La senda de la lealtad surca nuestros principios vitales. Ni somos más ni somos menos. Perseverantes, sin rendirnos ni poner la rodilla en tierra —salvo ante Dios—. Investigar, echar horas, ni te das cuenta que el reloj corre, vuela; los días pasan, la presión mediática se siente detrás, a la espalda, como actúan los cobardes. No importa, seguimos constantes para encontrar la verdad, descubrir a los presuntos delincuentes y ponerlos ante la Justicia. Ella tomará la mejor decisión con las pruebas que hemos conseguido.

Luego, si opinan diferente, si el Derecho pervierte la realidad, si encuentran una excepción al retorcer varios artículos del Código Penal con recursos increíbles, problema suyo. Nosotros nos ceñimos al articulado. Apreciamos cero la interpretación bastarda de premiar al delincuente por haber vencido al tiempo de atraparle. Porque somos leales a la ley; lealtad a la partitura original por principio. Ellos, banda puñetera, quien desentona con sostenidos y bemoles de intereses inconfesables sin fuerza moral de sostenernos la mirada… ¡nos envidian!

Y nos ponemos en pie. La lealtad del servicio al ciudadano guía el día a día. Hemos de velar su sueño, la tranquilidad de su descanso y trabajo. Porque somos el primer y último reducto para proteger sus derechos y libertades. Malandrines faltos de obligaciones; delincuentes dejaron sin conocer que el prójimo está igual de protegido por la misma ley que ellos.

Terrorismo

Hemos aguantado, sufrido, llorado el terrorismo en España. Objetivo prioritario en cualquier punto de nuestro hermoso país. No, nos rendimos. Somos españoles. Desconocemos cómo se hace. Inchaurrondo, La Salve, Zaragoza, Vic, Guzmán el Bueno, Sallent de Gállego, Santa Pola, un listado eterno y casi infinito. Nombres donde quedó salpicada la sangre de los nuestros. Las alimañas obviaron a nuestras familias sin importar la edad ni sexo. Fueron contra nosotros. No cedimos. Ni un paso atrás. Aquí no hace falta coger carrerilla para continuar. Nuestros ángeles nos observan, protegen.

Somos la vanguardia de la lucha contra esas alimañas. Lágrimas en los ojos, luego rodaron por las mejillas. Seguimos, continuamos. La lealtad a su memoria, a su recuerdo, al presente y futuro cercenado preside nuestro día a día. Era, es y será obligación conservar el recuerdo, imposibilitar el olvido. Raíces y sentimientos que forjan nuestro blasón. Herederos con orgullo cumpliremos las misiones que ellos nunca pudieron finalizar.

Miserables nos atacan día a día. Aprovechan los avances tecnológicos. Ni parpadeamos. No lo merecen. Seguiremos protegiendo que ellos —malvados sin alma— tengan el derecho de insultarnos. Ya llegará el momento de la Justicia. Gorra calada, paso corto, vista larga. ¿Quién no recuerda esos principios el primer servicio fuera de la academia?

Orgullosos

Orgullo heredado de padres a hijos. «Premiar en los hijos las virtudes de los padres». Nuevas incorporaciones acogen principios y misiones históricas. Llevamos 178 años funcionando. «Parece que fue ayer…», ¿quién no recuerda esa frase cuando llega el aniversario de su incorporación a la academia?

Lealtad a la ley. Celebremos los primeros 178 años de la fundación del Cuerpo de la Guardia Civil. Perseveremos en el día a día para continuar con la importancia del servicio diario a los ciudadanos. Recordemos que, una vez se ingresa, año a año, se tienen tres diferentes situaciones administrativas: activo, reserva, retirado. Siempre con lealtad, siempre Guardia Civil.

¡Viva el Rey de España!

¡Viva España!

Mi quinta novela publicada es “Obligaciones voluntarias“.

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