“La piedra de mi niñez”, de Alonso Holguín F.J.

Getting your Trinity Audio player ready...

“La piedra de mi niñez”, recordando a las buenas gentes de Cigales

Fotografía de Natalia Castiñeiras

 Los recuerdos de la niñez siempre me llevan a un punto determinado del planeta tierra. Han perdurado en mi memoria, pese a haber recorrido cienes de kilómetros, ciudades, pueblos, culturas y personas humanas, algunas de ellas. Desde allí, al salir de la casa de mis abuelos maternos, giraba la vista a la izquierda de mi cuerpo, elevaba al cielo nocturno mi mirada y veía el conjunto estelar “Osa menor”.

Si la nubosidad permitía ver con claridad el firmamento, la constelación estaba siempre sobre el cortijo de Marianines. En la esquina había una piedra casi semicircular. Muchas veces nos sentábamos al sol de la mañana para saludar al señor Antioco.

Él era pastor de ovejas. El rebaño salía cada mañana con dirección a la Ermita de la Virgen de Viloria. Recuerdo que tenía un perro de color negro y otro mezclado de blanco y castaño. Ambos, a la mínima indicación, acompañado el gesto con un canto, azuzaban a las ovejas que se entretenían en las cunetas comiendo la hierba que crecía en ellas:

—Buenos días, señor Antioco -decía yo.

—Hola chiguito -respondía él.

Creo que no llegó a imaginarse nunca el pastor cuan alegre me hacía su saludo. Él era un héroe para mí: a una indicación acudían sus perros a sus instrucciones. ¡Gran tipo y buena gente! Por la tarde, ya sentados en la piedra de la esquina del cortijo, veíamos cómo volvía el rebaño, con el señor Antioco al mando.

En Cigales, que es el pueblo del que hablo, había más pastores, rebaños y ovejas. Siento no recordar con claridad el nombre del resto de hombres que capitaneaban las entradas y salidas del pueblo en búsqueda de comida, ejercicio y aire puro para los animales. Si bien los bichos eran bastante tranquilos y silenciosos, el sonar de las esquilas nos alertaba de su llegada.

El rebaño dejaba a su paso una señal inequívoca de su caminar: las cagarrutas. No nos preocupaba que fueran dejando sus defecaciones por la calle, ya que no se podía luchar contra más de doscientas criaturas de ganado bovino, que bastante tenían con soportar el ordeño, el calor de su lana, el ir y venir a los cortijos… al soniquete de la esquila.

La leche de las ovejas de Cigales servía para que la familia Hernández elaborara un espectacular queso. ¡Qué delicia Virgen del Amor Hermoso! Algunos años después, Maroto, cuyo padre fue pastor de Marianines, se inspiró en una canción para hacer una mezcla, que cantaba Marian Sotillo. En el estribillo se definía a nuestro pueblo:

“Cigales: ¡cereales, queso y vino!”

Ahora no se puede recordar, siquiera imaginar, que cada día volvieran los rebaños a pasar por delante de casa de mis difuntos abuelos. Pero yo no olvido, cada vez que estoy allí, mirar hacia la esquina desde la ventana del salón de casa. La piedra ya no está físicamente. El Viti, hijo del señor Marianines, construyó su casa allí. Al señor Antioco hace tiempo que no le veo pasar en persona. Por la noche, cuando salgo de casa, miro al cielo estrellado y veo que ella está en el mismo lugar, vigilando qué ocurre aquí abajo.

El detalle de observar la posición en el cielo para conocer la situación exacta es común en todo el mundo. Mi trabajo me hizo andorretear por muchas partes de este continente y alguno del sur. Indiferente a las condiciones de la tarea, de los días malos, de otros peores, incluso de alguno medio regular, siempre que estaba triste miraba al cielo. Buscaba el conjunto de estrellas de la “Osa Menor” y esbozaba una sonrisa. ¿Porqué sonreía un poquito? Fácil: recordaba a mi familia, el descanso de una piedra y el saludo del señor Antioco:

—¡Hola chiguito!

Otro día os cuento cómo de bonito es el lugar donde estaba esa piedra: Cigales.

Si alguno se ve tentado a seguir leyendo más extensamente, he publicado varias novelas. Siga este enlace.

#alcala de henares#alfil#alonso#anchuelo#aniversario#antioco#arroz#bello#blanco#boda#bonita#catedral del vino#Cigales#denominacion de origen#España#especial#felix jacinto alonso holguin#galgonegro#guapos#holguin#klasus#lavadora#madrid#maisa#Manuel#menor#museo de la ciencia#negro#negros#osa#osa mayor#paella#pajarita#pelayo#peon#peones#piedra#piscina#pisuerga#pradorey#pucela#queso#regalo#Susana#terrorismo#Valladolid#Victimas del Terrorismo#vino