La furgoneta calabaza

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Furgoneta Kangoo encontrada el 11M de 2004 en Alcalá de Henares

Alcalá de Henares

Infantado es la continuación a Pedro Laínez, donde se encuentra el acceso a la estación de Cercanías RENFE en Alcalá de Henares. Dicho lugar dispone de plazas de estacionamiento para vehículos de vecinos y viajeros, que acuden a tomar los trenes.

La mañana del 11 de marzo de 2004 el conserje del número 14 en Infantado acudió a su puesto de trabajo con una hora de antelación. Vio a tres hombres acercarse a la parte trasera de una furgoneta renault, modelo Kangoo de color blanco. Esos tipos sacaron algo similar a equipaje. El recuerdo de ellos vino a su mente hacia las 10 h de la mañana. Conocidas las explosiones en vagones de trenes en las estaciones de Atocha, El Pozo, Santa Eugenia y frente a la calle Téllez, comentó ese detalle al presidente de la comunidad de propietarios de su puesto de trabajo; quien, a su vez, llamó a la sala del 091 de Policía Nacional. Derivaron el aviso a la comisaría de localidad alcalaína.

Esa misma mañana, se recuperaron unos 14 automóviles sustraídos y estacionados en las proximidades de estaciones de Cercanías RENFE de Madrid. Un coche Ford Fiesta de color rojo en Atocha, una furgoneta en El Pozo,… La Agencia Europa Press a las 10:12 h del 11 de marzo publicó la noticia: «A las diez de la mañana, los Técnicos del Cuerpo Nacional de Policía en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) han explosionado de forma totalmente controlada el Ford Fiesta de color rojo que se encontraba estacionado en el aparcamiento de la estación de Atocha que conecta con el Paseo de la Reina María Cristina… Una explosión provocada y con la zona de seguridad muy delimitada».

¿Trasladaron ese vehículo a algún complejo de Policía Nacional? No se tiene constancia. ¿Se extrañan? De una furgoneta blanca en «El Pozo» tampoco se tiene constancia de más detalles. No, tampoco. La furgoneta Kangoo –sólo ese vehículo– fue objeto de un análisis exhaustivo en dependencias policiales, según parece. Exhaustivo, que posteriormente llegó a… Esperen.

La importancia de las horas

Retomemos la importancia del horario. Tras el aviso de la sala del 091 se personan vehículos de policía nacional y municipal de Alcalá de Henares. Cabe significar a la agente Marisol, de este último cuerpo. Ella era la esposa del agente Kalaji, policía nacional, escolta y chófer del juez Baltasar Garzón, personado en Atocha «para ayudar con sus relaciones con mandos policiales». Además, según se supo después, el agente Kalaji era propietario de una tienda de telefonía donde, al parecer, un detenido –Jamal Zougam– liberó un teléfono móvil –encontrado en una bolsa con explosivos en una comisaría de Vallecas–. Ese tipo, Jamal Zougam, se libró de una imputació por terrorismo en la operación Dátil –año 2001– instruída por el juez Baltasar Garzón. Disculpen si disperso la historia. Sigamos en la furgoneta Kangoo de Alcalá de Henares.

Las llaves de dicho vehículo fueron sustraídas a su propietario, José Garzón Gómez, ebanista de profesión –jubilado ya en esa fecha– «en abril o mayo del año pasado» –2003–. No cambió el bombín del vehículo y se limitó a pedir una copia a la fábrica.

El día 27 de febrero de 2004 robaron la furgoneta Kangoo en el barrio madrileño de Tetuán. ¿Qué hubiera pasado si el propietario hubiera cambiado el bombín en lugar de pedir una llave nueva? ¿Por qué no cometieron un sólo delito en el mes de febrero? ¿Raro?

Policía Científica

Volvamos a Alcalá. Tras recibir la llamada a las 11:00 h, el inspector jefe Luis Martín de Policía Científica se personó en Infantado quince minutos después. Comprobaron que la placa matrícula correspondía a un vehículo sustraído. Ordenaron la evacuación del colegio «Daoíz y Velarde», cuya parte trasera da a escaso metros del estacionamiento. Antes de desplazar una unidad TEDAX, se optó por enviar el equipo canino para inspeccionar la Kangoo.

El inspector realizó una inspección ocular de la parte delantera sin consignar nada significativo; de la parte trasera no pudo observar nada porque se encontraba en penumbra y separada por una verja protectora de la delantera –lunas traseras y laterales tintadas–.

Una vez se personaron las dos unidades caninas, se hizo un reconocimiento exterior con resultado negativo. El inspector jefe Luis Martín abrió la puerta trasera con una palanca. Allí accedió el can a reconocer le interior. Permaneció unos cinco minutos sin parar de moverse, de olfatear el habitáculo e introducir su nariz por los huecos de la rejilla separadora. Según el guía canino, si hubiera transportado algún artefacto explosivo en dicho espacio, incluido dentro de bolsas de basura y a su vez dentro de mochilas o bolsa de deporte, el perro habría detectado y marcado dicha presencia. Y no un único perro, sino dos: Aníbal y Lovi.

Se ordenó el traslado de la furgoneta. ¿A dónde? Surgieron dudas. Primero a Alcalá de Henares, después a Latacona en Moratalaz (Madrid) y finalmente –por orden del comisario Juan Jesús Sánchez Manzano–, al complejo policial de Canillas a la sede de la Unidad Central de TEDAX.

Traslado

Freno de mano. Al tener accionado el freno de mano, se tuvo la precaución de evaluar una posible trampa bomba –artefacto no marcado por los perros detectores de explosivos–. El inspector jefe tomó la decisión de entrar en el espacio trasero, subir, meter la mano por la rejilla y abrir la puerta del copiloto. Afirmó después «no apreciar ningún objeto en el interior que le impidiera sus movimientos –como gorros, herramientas, prendas de ropa,…– ni debajo del asiento, donde aseguró apreciar solamente un chaleco reflectante de emergencia».

Rotativos. Se dieron cuenta que la grúa carecía de señales luminosas en su techo. Llamaron al taller y esperaron la llegada de una completamente equipada. ¿Recuerdan la importancia de la secuencia horaria? Bien. Los empleados del servicio de transporte contaron con la escolta de un vehículo con distintivos. Procedieron a trasladar la furgoneta Kangoo hasta el complejo policial de Canillas. Esos dos puntos se encuentran a una distancia de 27,6 km. Recordemos que, pese a la urgencia, un vehículo grúa no puede alcanzar una velocidad excesiva, tanto en núcleos urbanos, como en autovía, por su propia seguridad –y más tratándose de una presunta prueba– y por el resto de usuarios de la vía.

La salida tuvo lugar hacia las 14:15 h, y la llegada a Canillas a las 14:30 h, según afirmación de los operarios. ¿Raro? El 15 de marzo hay un informe de los TEDAX –firmado por Sánchez Manzano (S. 7, 1, 1.600)–: «Sobre las 14:30 horas del día 11 de marzo se inspeccionó en instalaciones de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NBQ, la furgoneta marca renault, modelo Kangoo…». ¿Hemos hecho constar que este comisario es licenciado en Derecho, pero no agente TEDAX? Recuerden.

Sin embargo, la coincidencia con las horas salta por los aires, disculpen la expresión en este contexto. El Informe Técnico Policial 51-IT-04, sobre inspección ocular de la Kangoo, realizado por la Comisaría General de Policía Científica, folios 5987 y siguientes del tomo 22, afirma: «los funcionarios –de Policía Científica– realizaron una preinspección para determinar según primera estimación el orden adecuado de las posteriores actuaciones». Es decir, entre las 14:30 y las 15:30 h estuvo en el hangar de los TEDAX, sin ser la unidad responsable, destinataria y competente para realizar la inspección ocular del vehículo.

Es más, el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, en comparecencia en la Comisión de Investigación sobre los atentados del 11M del Congreso de los Diputados, afirmó: «Cuando vi la furgoneta estaba prácticamente vacía. No había nada». ¿Quién es Juan Jesús Sánchez Manzano? Era jefe de la Unidad Central de TEDAX, licenciado en Derecho… ¡Y NO era agente diplomado TEDAX! ¿Qué hacía él examinando la furgoneta renault Kangoo presuntamente utilizada por presuntos implicados en los atentados del día 11 de marzo de 2004 en los trenes de la red de Cercanías RENFE en Madrid?

La calabaza

¿Volvemos a la furgoneta ese día? Una hora después, tras realizar la inspección ocular, los dos agentes de policía científica encontraron más de 100 objetos (61 evidencias) en su interior. Sí, más de 100 objetos (61 evidencias), han leído bien, como llena de pipas de calabaza:

  • Cinta de casete con inscripciones en idioma árabe (se encontraba dentro del caset).
  • Bolsa de basura de color azul, conteniendo siete detonadores y un resto, de al parecer sustancia explosiva, (localizada debajo del asiento del acompañante del conductor).
  • Guante de lana de color negro.
  • Bufanda azul de lana «New kids» (marca TEX).
  • Guante de color marrón.
  • Otro guante de color marrón.
  • Slip de color blanco con rayas verticales de color azul y rojo.
  • Jersey de lana a cuadros grises.
  • Bufanda a cuadros marrón y blanco.
  • Manta, por un lado imitación a piel de tigre y por el otro cuadros multicolores.
  • Manta de color marrón.
  • Un peine, una caja de cerillas de paradores, llavero de «Ambulancias Pascual», con dos llaves, una llave suelta, una caja de grapas.
  • Peine de color marrón.
  • Muestras de restos celulares recogidos en el volante.
  • Muestras de restos celulares recogidos en palanca de caja de cambios.
  • Muestras de restos celulares recogidos en freno de mano.
  • Diez colillas recogidas en el cenicero de la parte delantera.
  • Muestras de flora en el habitáculo del motor.

La bolsa de basura de color azul contenía siete detonadores y un resto de, al parecer, sustancia explosiva.

Localizada debajo del asiento del acompañante del conductor, lograron una huella dactilar sin identificar. Una vez remitida dicha huella a otros países «aliados», el FBI dio como resultado a su ciudadano americano Brandon Mayfield. Brandon, de profesión abogado, se había convertido al Islam. Era un oficial del ejército estadounidense en la reserva después de haber estado cocho años de servicio; uno de ellas en una unidad de inteligencia.

Arrestado, fue liberado gracias a la intervención española, quien afirmó haber identificado al verdadero propietario de la huella: el ciudadano argelino Daoud Ouhnane, al encontrar dos huellas de él –dedos medio y pulgar de la mano derecha–. El FBI soltó a Mayfield a regañadientes.

Resumen

Resumiendo. Aparece una furgoneta robada en Alcalá de Henares. Dos perros especialistas en rastrear explosivos chequean el exterior e interior en búsqueda o presencia de explosivos en ella. Dos resultados negativos, dos. El inspector jefe de Policía Científica de la comisaría local no observa ningún objeto en la furgoneta ni por fuera, ni por dentro. Debajo del asiento del copiloto encuentra un chaleco reflectante y NINGUNA bolsa de basura. La furgoneta es enviada al complejo de Policia Nacional de Canillas. Desfase de horas de partida, llegada, entrega a los funcionarios TEDAX. Policía Científica. Aparición de 61 evidencias en el interior de la furgoneta renault Kangoo. Esta furgoneta Kangoo se ha convertido en «La calabaza furgoneta».

No pudo ser lo que no fue. Y todo ello, siguiendo las declaraciones, investigaciones, Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados, juicio oral y sentencia del mayor atentado perpetrado en la historia de este hermoso país llamado España.

Aquí comienza la mentira de la Goma 2 ECO. Lo que no aparezca en «La calabaza furgoneta»…

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