12/09/2023 by Alonso Holguin F.J.
Dudas sobre “frontera avanzada”
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La defensa de nuestro país en frontera avanzada
Sin ningún temor a ser exhaustivo sobre el término “frontera avanzada”, mientras el gobierno y adláteres de su órbita feminazi, un verano más continúa la invasión en este hermoso país llamado España. Invasión sin armas, apisonadora de vidas, llegan a nuestras costas peninsulares e insulares, decenas de barcazas cargadas de personas con origen en el continente africano. Antes de llamar a nadie «xenófobo», «racista», «facha», y resto de adjetivos descalificativos, conviene recordar datos. Datos oficiales, asépticos, nada más que números. Por ejemplo: los días 18 y 19 de agosto llegaron a las costas españolas 11 pateras con 300 personas. Canarias, Baleares, Alicante, Almería, la gota que no cesa.
FCSE
Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desempeñan con brillantez –lo mejor que pueden con el escaso material y medios– la protección de nuestras fronteras. El principal enemigo siempre llega por la espalda. «Fuego amigo», definición en conflictos bélicos; a día de hoy, los «amigos» pisan moqueta, descansan en despachos con aire acondicionado, viajan cómodamente a lo largo y ancho del país, Europa y resto del mundo; se dan golpes en el pecho –apropiadamente– cuando rememoran el origen y motivos de la llegada de esas personas.
Mucho se habla de las «mafias», pocos detenidos allende los mares. Escasos comentarios acerca de los buques de ONG’s, quienes «casualmente» navegan muy cerca de la costa africana. De hecho, en cuanto avistan uno de esos traslados, se acercan para ayudar a los embarcados. Suben al buque, realizan la travesía hasta territorio europeo, en lugar de desembarcar en el puerto más cercano. Puede indicar que, sin lugar a muchas dudas, son parte importante para realizar la travesía. Eso sí, cargados de buenas intenciones, tantas como las financiación de su actividad de manera oscura. ¿Se han preguntado cuánto cuesta uno de esos buques? ¿A cuánto asciende fletar y salir a la mar esas grandes embarcaciones? ¿Quién financia todo ello? ¿Dónde está la frontera avanzada?
Unión Europea
España se defiende como miembro de la Unión Europea, ante la llegada de personas –mayormente hombres, bien alimentados, desarrollados, en edad militar o de trabajar por su país– desde el Sahel. ¿Sabemos qué es el Sahel? Una franja que recorre África desde el occidente hasta el oriente del continente. En países como sur, norte o centro de Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Niger, Nigeria, Chad, Sudan, Eritrea y Etiopía. Confluyen conflictos bélicos entre diferentes tribus con mucha frecuencia. Además, la inestabilidad política acarrea frecuentes golpes de estado en las naciones. Se incluyen las diferencias religiosas, con el extremismo islámico principalmente, y la realización de frecuentes atentados terroristas.
Frontera avanzada
El terrorismo tiene un importante semillero de militantes en la zona. El terrorismo islámico amenaza nuestro país. De hecho, los atentados en Barcelona y Cambrils fueron obra de terroristas islámicos. La seguridad de nuestro país, y por ende de Europa, conllevó a la creación de un servicio de «frontera avanzada» en diversos países. Financiamos –por ejemplo a Mauritania, con diez millones, diez, de euros– la seguridad de sus fronteras para evitar en lo máximo posible la llegada de inmigrantes de forma ilegal a nuestro suelo. Canarias, Andalucía, Valencia, Baleares, objetivos de las mafias. Llegan en cayucos, barcazas, desde buques de pesca tipo «nodriza», que acercan lo máximo posible las pequeñas embarcaciones a nuestras costas. Ni menciono los millones de euros entregados a Marruecos, vehículos y material, en lugar de entrega a Guardia Civil y Policía Nacional nuestra, de España.
Servicio Marítimo de la Guardia Civil en frontera avanzada
Un buen número de agentes de la Guardia Civil, concretamente del Servicio Marítimo, a bordo de patrulleras realizan labores de vigilancia en Senegal y Mauritania. Hace pocos días, la patrullera «Río Tajo» rescató a 168 personas frente a las costa de Mauritania. Siguiendo la legislación marina, acercó al puerto más cercano a los errantes navegantes. Y se lió parda; parda porque su objetivo no es Mauritania, ni el Sáhara ni mucho menos Marruecos. Su objetivo es Canarias, España, puerta de Europa. El pastizal invertido en comprar el pasaje puede llegar a ser la renta de toda una familia para enviar a uno de sus miembros a Europa. Luego, una vez allí, con el tiempo y las ayudas de nuestra hermosa comunidad europea, trasladarán al continente al resto de sus familiares.
En nuestra patrullera «Río Tajo» –habilitado un antiguo remolcador botado en 1973 (ha salido buen el buque)– hubo un conato de motín. El pasaje rescatado no quería ser desembarcado en puerto mauritano ni el gobierno de Mauritania no autorizó el desembarco. Disparos al aire, además de mucha mano izquierda, necesarios para aplacar el conato.
Duda y dudas
Esto nos genera dudas:
- ¿Es fructífero mantener esas ayudas y a nuestro personal y medios tan lejos de nuestras fronteras, mientras siguen llegando a nuestras costas invasores en embarcaciones?
- ¿Es conveniente seguir financiando a países –Marruecos y Mauritania, Senegal– cuya dejadez se refleja palmaria en la lucha contra la inmigración irregular?
- ¿Deberíamos prestar mayor atención a nuestras fronteras cercanas?
- ¿Necesitan nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del estado a la Armada –y su material– para conseguir una labor de protección más efectiva?
- ¿Tenemos las herramientas para obligar a dichos países para ser más leales con nosotros –eliminando cualquier ayuda y/o beneficio –tipo comercial con la Unión Europea–?
Mientras, nuestros pueblos del interior de muchas provincias cuentan con escasas patrullas de la Guardia Civil para proteger la seguridad ciudadana. Igual erramos el «tiro» y «objetivo». Igual.
Puedes ver “Quinta estación, Infierno”, mi última novela publicada hasta la fecha.
